sábado, 7 de febrero de 2009

Semana de cursos.


Esta semana ha sido una semana de cursos. El lunes pasado acudí al curso “Taller del Líder COACH: Herramientas para el trabajo en equipo”, impartido por Juan Fernando Bou Pérez, licenciado en Psicología y Human Management. El coaching es una técnica de crecimiento personal que tiene como objetivo principal ayudar a conseguir metas y facilitar mejoras en competencias, conductas, habilidades y actitudes.
Tengo que reconocer que el curso me sorprendió muy gratamente. Escuchar a Fernando y participar en las actividades que proponía me hizo reflexionar sobre la comunicación humana, sobre la forma de potenciar habilidades, sobre el liderazgo, sobre la intuición… Si tenéis oportunidad a acudir a uno de sus cursos y sentís inquietud sobre esos temas: ¡os lo recomiendo!
Además, tuvimos la oportunidad de comentar con él brevemente el tipo de trabajo que realizamos y, de que forma, con la tecnología BCI es posible analizar los estados de alerta, el estrés, la atención, la respuesta ante un estímulo… Esto abre una puerta al entrenamiento mediante neurofeedback para controlar estos estados (de un modo parecido a lo que se hace con niños con déficit de atención).
Por otro lado, a finales de semana he acudido al curso “Aprender a pensar y enseñar a pensar: desarrollo del pensamiento creativo”, impartido por Pedro Allueva Torres del ICE de la Universidad de Zaragoza. En este caso, el curso era menos dinámico que el anterior, con contenidos más teóricos sobre tipos de pensamiento y habilidades cognitivas, centrándose fundamentalmente en el pensamiento creativo. Una de las cosas que se comentó en el curso es la teoría de la plasticidad del cerebro: La genética determina los límites que puede alcanzar tu cerebro, pero la práctica permite mejorar tus habilidades cognitivas. Esto respalda todo lo que hemos comentado sobre neurofeedback. Gracias a la tecnología BCI es posible obtener un feedback de nuestro cerebro que nos guía a la hora de aprender a controlar algunos estados cognitivos. Ahora bien, esto tampoco es una ganga. Como comentaba Pedro en el curso, el entrenamiento del cerebro puede asemejarse al entrenamiento deportivo: si vas a correr todos los días, mejoraras tu resistencia, iras recortando algún segundo en tu carrera, pero tus limitaciones genéticas te impedirán ganar la próxima maratón (al menos en mi caso :) ). Aún así, ¡mi intención es seguir entrenando mi cerebro! y trabajar en aplicaciones de neurofeedback que faciliten esa tarea.

domingo, 1 de febrero de 2009

Déficit de atención y Neurofeedback.


Mucha gente se pregunta cómo somos capaces de controlar un robot o una silla de ruedas con el pensamiento. Creo que la mayoría de la gente se imagina que somos capaces de adivinar el pensamiento y nada más cierto de la realidad.
El procedimiento que seguimos es el siguiente: el cerebro humano emite actividad eléctrica que puede ser medida como ondas mediante un aparato (el EEG o electroencefalograma). Esas ondas se analizan (se aplican filtros) y, algunas de ellas, se pueden identificar como ciertos patrones de ondas preestablecidos (para realizar esa identificación se utiliza un algoritmo de aprendizaje). Existen distintas ondas conocidas, por ejemplo, la P300 de la que Javier hablaba en su última entrada es una de ellas y es la que actualmente se utiliza para controlar la silla de ruedas o el robot. Sin embargo, existen más ondas conocidas y con aplicaciones mucho más cercanas. Estas ondas son las ondas beta y theta. Las ondas beta se producen cuando una persona está interactuando con el entorno y está concentrado, pensando o resolviendo un problema. Las ondas theta suelen aparecer en momentos de somnolencia o durante el sueño ligero, pero también se detectan en momentos donde la persona no está concentrada en nada.
Diversos estudios han demostrado que las personas con déficit de atención muestran bajo nivel de excitación en las zonas frontales del cerebro, con exceso de ondas theta y déficit de ondas beta. Los estudios demuestran también que, con un entrenamiento adecuado, estas personas pueden ser capaces de controlar sus ondas (aumentando las ondas beta y reduciendo las ondas theta) y de este modo reducir los síntomas de déficit de atención.
La cuestión es como proporcionar un entrenamiento adecuado a estas personas y esto se realiza mediante neurofeedback. La idea es que el paciente sea consciente de sus ondas cerebrales y de este modo sea capaz de encontrar estrategias para controlarlas. Un modo de conseguir esto sería proporcionarle un videojuego al paciente de forma que su personaje sólo se mueve cuando el paciente está lo suficientemente concentrado (ondas beta altas, ondas theta bajas). Cuanto más tiempo juegue el usuario a este videojuego, más se verá obligado a entrenar sus ondas beta y theta y, finalmente, estas alcanzarán un nivel normal.
Uno de nuestros proyectos es diseñar este “videojuego”. Para ello es necesario recoger la señal, filtrarla, identificarla y utilizarla para que el personaje se mueva o no… ¡Casi nada! (sobretodo teniendo en cuenta que cada persona tiene unas ondas cerebrales distintas…).