domingo, 1 de febrero de 2009

Déficit de atención y Neurofeedback.


Mucha gente se pregunta cómo somos capaces de controlar un robot o una silla de ruedas con el pensamiento. Creo que la mayoría de la gente se imagina que somos capaces de adivinar el pensamiento y nada más cierto de la realidad.
El procedimiento que seguimos es el siguiente: el cerebro humano emite actividad eléctrica que puede ser medida como ondas mediante un aparato (el EEG o electroencefalograma). Esas ondas se analizan (se aplican filtros) y, algunas de ellas, se pueden identificar como ciertos patrones de ondas preestablecidos (para realizar esa identificación se utiliza un algoritmo de aprendizaje). Existen distintas ondas conocidas, por ejemplo, la P300 de la que Javier hablaba en su última entrada es una de ellas y es la que actualmente se utiliza para controlar la silla de ruedas o el robot. Sin embargo, existen más ondas conocidas y con aplicaciones mucho más cercanas. Estas ondas son las ondas beta y theta. Las ondas beta se producen cuando una persona está interactuando con el entorno y está concentrado, pensando o resolviendo un problema. Las ondas theta suelen aparecer en momentos de somnolencia o durante el sueño ligero, pero también se detectan en momentos donde la persona no está concentrada en nada.
Diversos estudios han demostrado que las personas con déficit de atención muestran bajo nivel de excitación en las zonas frontales del cerebro, con exceso de ondas theta y déficit de ondas beta. Los estudios demuestran también que, con un entrenamiento adecuado, estas personas pueden ser capaces de controlar sus ondas (aumentando las ondas beta y reduciendo las ondas theta) y de este modo reducir los síntomas de déficit de atención.
La cuestión es como proporcionar un entrenamiento adecuado a estas personas y esto se realiza mediante neurofeedback. La idea es que el paciente sea consciente de sus ondas cerebrales y de este modo sea capaz de encontrar estrategias para controlarlas. Un modo de conseguir esto sería proporcionarle un videojuego al paciente de forma que su personaje sólo se mueve cuando el paciente está lo suficientemente concentrado (ondas beta altas, ondas theta bajas). Cuanto más tiempo juegue el usuario a este videojuego, más se verá obligado a entrenar sus ondas beta y theta y, finalmente, estas alcanzarán un nivel normal.
Uno de nuestros proyectos es diseñar este “videojuego”. Para ello es necesario recoger la señal, filtrarla, identificarla y utilizarla para que el personaje se mueva o no… ¡Casi nada! (sobretodo teniendo en cuenta que cada persona tiene unas ondas cerebrales distintas…).

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