Los sustitutos

Estos días festivos en Zaragoza (fiestas del Pilar) he aprovechado para ir a ver una película que nos recomendó Carlos hace poco: Los sustitutos. Aún recuerdo su cara cuando nos la recomendó :)

La película empieza mostrando unas imágenes reales de trabajos de investigación en tecnología BCI: un mono auto-alimentándose utilizando un brazo robótico controlado con tecnología BCI (artículo en Nature) y la silla de ruedas controlada con BCI del laboratorio del profesor José del R. Millán. Así que, siendo Carlos el que usualmente sale en todos los vídeos de la silla de ruedas o la teleoperación del robot mediante tecnología BCI y con la repercusión mediática que todos estas aplicaciones tuvieron en su día, no me extraña que se temiera ver su cara en la pantalla en cualquier momento! No es el caso: las imágenes reales terminan enseguida porque la película está ambientada 14 años después (es decir, de aquí a 13 años!). Realmente, no sé si decir que la película es buena o no, a mi personalmente me gustó pero también es cierto que mi opinión puede estar influenciada por mi contacto con el BCI.

Sinopsis

Los agentes del FBI (BRUCE WILLIS y RADHA MITCHELL) investigan el misterioso asesinato de un estudiante universitario relacionado con el hombre que participó en la creación del fenómeno high-tech de los sustitutos, que permiten a la gente comprar versiones perfectas de sí mismos -en buena forma, guapos, y controlados por control remoto. Estas máquinas perfectas acaban asumiendo sus roles vitales, de modo que la gente puede experimentar la vida a través de otro cómodamente sentados en el sofá de su casa. El asesinato pone de manifiesto una cuestión: en un mundo de máscaras ¿quién es real y en quién se puede confiar?

Lo interesante para nosotros de la película es que los robots sustitutos se controlaban mediante tecnología BCI, algo que nos ha hecho preguntarnos hasta donde podría llegar nuestra investigación: ni nuestros robots ni nuestros gorros son tan bonitos, tampoco el control del robot se acerca todavía a lo que sugiere la película, pero aún así... es para pensárselo!