jueves, 18 de junio de 2009

¿Usamos sólo el 10% de nuestro cerebro?

Quizá a algunos os resulte rara esta pregunta pero lo más probable es que alguna vez os hayan comentado eso de que "sólo usamos el 10% de nuestro cerebro". En efecto, esta es una de las ideas más difundidas con relación al cerebro no sólo en España sino en todo el mundo. Lo cierto es que creerse esta frase es bastante tentador: "Si sólo uso el 10%... Imagina lo que podría hacer si lo usara todo!!!" y es probablemente por esto por lo que este mito se ha hecho tan popular (por esto y por los numerosos libros de autoayuda, "movidas" parapsicológicas y algún otro iluminado más que han sabido aprovechar esta creencia). Sin embargo, a nada que nos paremos a pensar un segundo podemos darnos cuenta que esa frase no tiene sentido.

Por ejemplo, a día de hoy cada vez existen más casos de derrames cerebrales y, en muchos casos, dañan el cerebro. Seguro que, desgraciadamente, en vuestro circulo familiar o circulo de amistades conocéis algún caso... ¿Qué ocurre cuando una persona sufre un derrame cerebral y se daña una parte de su cerebro? Pues depende de la parte dañada, por ejemplo:

  • Hemisferio derecho: parálisis en la parte izquierda del cuerpo, dificultades en capacidades de percepción y espacio, problemas de memoria a corto plazo...
  • Hemisferio izquierdo: parálisis en la parte derecha, problemas de habla y lenguaje, comportamiento lento...
  • Cerebelo: reflejos anormales de la cabeza y torso, problemas de coordinación y equilibrio, mareos, náuseas y vómitos...

Lo mismo ocurre con otras enfermedades como la demencia o el alzheimer.

Ahora bien, ¿cómo puede ser que, si sólo usamos el 10% de nuestro cerebro, tengamos tan mala suerte que todas las enfermedades nos "caigan" en ese 10%? Lo normal sería que, por probabilidad, 1 de cada 10 enfermedades del cerebro no tuvieran ningún efecto y eso, evidentemente, no es así. Así pues, usamos más del 10% del cerebro y es más, todos lo métodos que tenemos hoy en día para medir la actividad cerebral muestran que tareas sencillas bastan para producir actividad en todo el cerebro. Aquí os dejo por ejemplo, una imagen de uno de los trabajos de Mauricio de localización de fuentes:


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