Hay que decir que este tipo de experimentos son mucho más que una simple demostración: en este caso, el experimento debe servir para validar que tu sistema funciona perfectamente. Para ello se diseñaron dos entornos distintos, uno para comprobar la maniobrabilidad en corto recorrido (objetivos a corta distancia y complejos) y otro para comprobar la maniobrabilidad en largo recorrido (objetivos a larga distancia).
Cinco usuarios debían mover el robot en cada uno de los entornos un par de veces, así que entre el entrenamiento inicial de cada uno de los sujetos y las cuatro teleoperaciones que debían realizar, estuvimos toda la semana de experimentos sin salir del laboratorio ni para comer...
Además, ni que decir tiene que surgieron errores... Por ejemplo, tuvimos que abrirle las tripas al robot porque se reiniciaba solo:
También había algún fallo en la señal cerebral de uno de los usuarios de Zaragoza:
La moral estaba un poco baja: demasiadas horas en el laboratorio...
Mientras se entrenaban los sujetos en Zaragoza, en Vilanova aprovechabamos para hacer algo útil como trabajar o jugar a fútbol:
Y por supuesto, dejábamos que nuestros compañeros de Zaragoza jugaran también con nosotros desde Zaragoza, pero eso sí... con el robot!
Lo cierto es que, estamos tan acostumbrados a ver nuevos productos, prototipos, aplicaciones o lo que sea, que no nos paramos a pensar que es lo que hay detrás de todo ello. Y a veces nos olvidamos que lo que en realidad hay detrás de cada nueva iniciativa son PERSONAS, con todo lo que eso implica.
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